Sexo BDSM y Kinki / Sexe BDSM i Kinki
- sarahmartinezpsico
- 8 nov 2021
- 8 Min. de lectura
El impulso sexual se produce a causa de estímulos desencadenantes, los cuales pueden ser tanto internos como externos. Por un lado, la predisposición biológica es un facilitador de la activación de la respuesta sexual ante determinados estímulos, aunque esto no es siempre un proceso lineal. Por otro lado, interviene notablemente el ambiente, en definitiva, el aprendizaje. Esto quiere decir que asociamos ciertos estímulos con el placer, eso nos provoca deseo y el deseo a su vez nos lleva a desencadenar la conducta de impulso sexual. Cuando la conducta es reforzada (asociada al placer), tiende a repetirse.
Quizá sean las diferencias en el aprendizaje, quizá sean factores genéticos o una combinación de ambos lo que hace que unos estímulos se conviertan en eróticos para unas personas y para otras no, incluso aquello que resulta erótico para unas puede ser desagradable para otras. Por eso, hay personas que prefieren el “sexo vainilla”, lo que comúnmente conocemos como sexo convencional, y otras, prefieren practicar otro tipo de actividades sexuales las cuales se incluyen en el BDSM.

¿Qué es el BDSM?
A parte de las prácticas sexuales convencionales o mainstream, existen otras muchas que son practicadas por todo tipo de personas, independientemente de la orientación sexual y del género. El término BDSM se compone principalmente de tres acrónimos: (BD) Bondage y Disciplina, (DS) Dominación y Sumisión y (SM) Sadismo y Masoquismo, y se utiliza para describir un conjunto de prácticas eróticas y/o sexuales bajo consenso que suelen implicar un intercambio erotizado de poder y la aplicación o recepción de sensaciones intensas y/o dolorosas. Esta variedad de actividades constituye una subcultura que abarca desde el sadomasoquismo, dominio y sumisión, bondage y disciplina, hasta la esclavitud y servidumbre, los fetiches, el cuero, el látex, los juegos de roles y demás aspectos englobados en la clasificación “kinki”, término utilizado para designar todas las prácticas sexuales no convencionales o alternativas, por eso, cuando se habla de BDSM, se hace la distinción de cada una de las disciplinas y la referencia de la subcultura de quienes las practican.

Las inclinaciones, preferencias o roles del BDSM varían de persona a persona y son totalmente individuales y subjetivas, y el espectro sexual de individuos que lo practican incluye heterosexuales, homosexuales, bisexuales, así como personas transgénero y cisgénero.
Las disciplinas que se incluyen en el BDSM
- Bondage (B): representa toda aquella restricción física realizada mediante elementos como cuerdas, esposas u otros para inmovilizar por completo o partes del cuerpo de un individuo.
- Disciplina (D): son restricciones psicológicas, donde se imponen normas y se infligen castigos, controlando de este modo el comportamiento de otro individuo.
- Dominación y Sumisión (DS): práctica donde se establece una jerarquía de poder, donde la parte dominante es quien controla la situación emitiendo órdenes y/o produciendo estímulos, y la parte sumisa quien acata las órdenes y recibe los estímulos.
- Sadomasoquismo (SM): se caracteriza por un intercambio consensuado entre dos partes, superior e inferior, donde la primera inflige dolor y la segunda lo recibe.
¿Cómo y dónde se inició el BDSM?
El sadomasoquismo (S/M) ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, aunque no fue hasta finales del siglo XVIII que fue adquiriendo una connotación sexual debido a las obras de dos autores, Donatien Alphonse François de Sade y Leopold von Sacher-Masoch. Finalmente, quien acuñó el término “sadomasoquismo” a partir de los nombres de Sade y Sacher-Masoch, fue el psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing, en su obra “Psychopathia Sexualis”, el primer libro en clasificar perversiones sexuales, escrito en el año 1886. Aunque no fue hasta mediados del siglo XX que el BDSM comenzó a conocerse y a practicarse como tal, iniciándose en Estados Unidos en los años 30-40 y llegando décadas más tarde a España, donde alcanzó su auge en los años 80-90.
La práctica, los lugares, los encuentros…
A la organización de un encuentro entre personas que practican BDSM, ya sea en un club BDSM o algún otro lugar, se le denomina "escena" y al lugar "escenario" o "santuario". Para organizar el escenario y establecer unas normas de hasta dónde se puede llegar, es decir, los límites, y qué actividades se quieren o se pueden llevar a cabo se redacta el "cuaderno", donde se dejan por escrito. De la misma manera, se pacta una palabra de seguridad, por si alguno de esos límites se sobrepasa o por si en algún determinado momento algo va mal. Para los practicantes el BDSM es una experiencia emocionante y estimulante mucho mejor que el “sexo vainilla”, denominado así al sexo convencional. El establecimiento de roles y un profundo sentimiento de comunicación con la otra persona son componentes básicos que influyen en la excitación, por ello, generalmente son mejores los encuentros duraderos que las relaciones casuales.
¿Las prácticas del BDSM son parafilias?
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) define a las parafilias como “impulsos sexuales, fantasías, o comportamientos recurrentes e intensos que implican objetos no humanos, el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o que implican niños u otras personas que no consienten”. Es decir, una de las diferencias entre preferencia y parafilia es el consentimiento, y otra, es si genera ansiedad y angustia al individuo que la padece. Si la persona es incapaz de sentir excitación sexual sin llevar a cabo cierta actividad sexual o sin utilizar cierto objeto, podría hablarse de parafilia, pero si esta preferencia no daña a la persona, ni a otras, y no es disfuncional para el individuo, podría hablarse también de preferencia.
No todas las personas son conocedoras de las prácticas sexuales alternativas, además, muchas creen que éstas son un problema o que las personas que las practican tienen un problema mental, por eso, hay que saber diferenciar entre preferencias sexuales y parafilias.
Si practicas BDSM y alguna vez sientes que tienes un problema relacionado con su práctica y necesitas ayuda psicológica, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Por otra parte, si tienes dudas sobre las prácticas de BDSM o quieres conocer más sobre ellas, estaré encantada de recibirte igualmente en mi consulta.
Sarah Martínez López Psicóloga Col. N° B-03249
CATALÀ
Sexe BDSM i Kinki
L'impuls sexual es produeix a causa d'estímuls desencadenants, els quals poden ser tant interns com externs. D'una banda, la predisposició biològica és un facilitador de l'activació de la resposta sexual davant de determinats estímuls, encara que això no és sempre un procés lineal. D'altra banda, intervé notablement l'ambient, en definitiva, l'aprenentatge. Això vol dir que associem uns certs estímuls amb el plaer, això ens provoca desig i el desig a l’hora ens porta a desencadenar la conducta d'impuls sexual. Quan la conducta és reforçada (associada al plaer), tendeix a repetir-se.
Potser són les diferències en l'aprenentatge, potser són factors genètics o una combinació de tots dos el que fa que uns estímuls es converteixin en eròtics per a unes persones i no per a d’altres, fins i tot allò que resulta eròtic per a unes pot ser desagradable per a d’altres. Per això, hi ha persones que prefereixen el “sexe vainilla”, la qual cosa comunament coneixem com a sexe convencional i d’altres, prefereixen practicar un altre tipus d'activitats sexuals les quals s'inclouen en el BDSM.
Què és el BDSM?

A part de les pràctiques sexuals convencionals o mainstream, n’existeixen moltes altres que són practicades per tota mena de persones, independentment de l'orientació sexual i del gènere. El terme BDSM es compon principalment de tres acrònims: (BD) Bondage i Disciplina, (DS) Dominació i Submissió i (SM) Sadisme i Masoquisme, i s'utilitza per a descriure un conjunt de pràctiques eròtiques i/o sexuals sota consens que solen implicar un intercanvi erotitzat de poder i l'aplicació o recepció de sensacions intenses i/o doloroses.
Aquesta varietat d'activitats constitueix una subcultura que abasta des del sadomasoquisme, domini i submissió, bondage i disciplina, fins a l'esclavitud i servitud, els fetitxes, el cuir, el làtex, els jocs de rols i altres aspectes englobats en la classificació “kinki”, terme utilitzat per a designar totes les pràctiques sexuals no convencionals o alternatives, per això, quan es parla de BDSM, es fa la distinció de cadascuna de les disciplines i la referència de la subcultura dels qui les practiquen.
Les inclinacions, preferències o rols del BDSM varien de persona a persona i són totalment individuals i subjectives, i l'espectre sexual d'individus que el practiquen inclou heterosexuals, homosexuals, bisexuals, així com persones transgènere i cisgènere.
Les disciplines que s'inclouen dins el BDSM
- Bondage (B): representa tota aquella restricció física realitzada mitjançant elements com a entenimentades, esposes o altres per a immobilitzar per complet o parts del cos d'un individu.
- Disciplina (D): són restriccions psicològiques, on s'imposen normes i s'infligeixen càstigs, controlant d'aquesta manera el comportament d'un altre individu.
- Dominació i Submissió (DS): pràctica on s'estableix una jerarquia de poder, on la part dominant és qui controla la situació emetent ordres i/o produint estímuls, i la part submisa qui acata les ordres i rep els estímuls.
- Sadomasoquisme (SM): es caracteritza per un intercanvi consensuat entre dues parts, superior i inferior, on la primera infligeix dolor i la segona el rep.
Com i on es va iniciar el BDSM?
El sadomasoquisme (S/M) ha estat present al llarg de la història de la humanitat, encara que no va ser fins a finals del segle XVIII que va anar adquirint una connotació sexual a causa de les obres de dos autors, Donatien Alphonse François de Sade i Leopold von Sacher-Masoch. Finalment, qui va encunyar el terme “sadomasoquisme” a partir dels noms de Sade i Sacher-Masoch, va ser el psiquiatre alemany Richard von Krafft-Ebing, en la seva obra “Psychopathia Sexualis”, el primer llibre en classificar perversions sexuals, escrit l'any 1886. Encara que no va ser fins a mitjan segle XX que el BDSM va començar a conèixer-se i a practicar-se com a tal, iniciant-se als Estats Units en els anys 30-40 i arribant dècades més tard a Espanya, on va aconseguir el seu auge en els anys 80-90.
La pràctica, els llocs, les trobades…
A l'organització d'una trobada entre persones que practiquen BDSM, sigui en un club BDSM o en algun altre lloc, se'l denomina "escena" i al lloc "escenari" o "santuari". Per a organitzar l'escenari i establir unes normes de fins a on es pot arribar, és a dir, els límits, i quines activitats es volen o es poden dur a terme es redacta el "quadern", on es deixen per escrit. De la mateixa manera, es pacta una paraula de seguretat, per si algun d'aquests límits se sobrepassa o per si en algun determinat moment alguna cosa va malament. Per als practicants, el BDSM és una experiència emocionant i estimulant molt millor que el “sexe vainilla”, denominat així al sexe convencional. L'establiment de rols i un profund sentiment de comunicació amb l'altra persona són components bàsics que influeixen en l'excitació, per això, generalment són millors les trobades duradores que les relacions casuals.

Les pràctiques del BDSM són parafílies?
El Manual Diagnòstic i Estadístic dels Trastorns Mentals (DSM-V) defineix a les parafílies com a “impulsos sexuals, fantasies, o comportaments recurrents i intensos que impliquen objectes no humans, el sofriment o la humiliació d'un mateix o de la parella, o que impliquen nens o altres persones que no consenten”. És a dir, una de les diferències entre preferència i parafília és el consentiment, i una altra, és si genera ansietat i angoixa a l'individu que la pateix. Si la persona és incapaç de sentir excitació sexual sense dur a terme una certa activitat sexual o sense utilitzar un cert objecte, podria parlar-se de parafília, però si aquesta preferència no danya a la persona, ni a unes altres, i no és disfuncional per a l'individu, podria parlar-se també de preferència.
No totes les persones són coneixedores de les pràctiques sexuals alternatives, a més, moltes creuen que aquestes són parafílies o que les persones que les practiquen tenen un problema mental, per això, cal saber diferenciar entre preferències sexuals i parafílies. Si practiques BDSM i alguna vegada sents que tens un problema psicològic/sexològic relacionat amb la seva pràctica, no dubtis a posar-te en contacte, tinc coneixement sobre aquestes pràctiques sexuals alternatives i podria ajudar-te. D'altra banda, si tens dubtes sobre les pràctiques de BDSM o vols conèixer més sobre elles, també estaré encantada de rebre't.
Sarah Martínez López Psicóloga Col. N° B-03249




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